jueves, 26 de mayo de 2011

Alambrador

El "Fito" era tartamudo al mango... alambrador, pescador y medio sordo.
Nosotros que, como dice papá, nacimos en cuna de oro, no sabemos lo que es el frío y cualquier madrugada en el campo, arriba de un caballo, nos parece helada.
Eran no mas de las siete de la mañana, hacía como media hora que habiamos salido de las casas; con poca gana, con mucho frio, pero con ánimo de acompañar al viejo, al menos una vez al año en su trabajo.
Allá anda el Fito, dijo papá, vamos a dar una conversada.
El pobre; tartamudo, y sordo hablaba con dificultad, un portuñol indescifrable.
Nosotros tentados a mas no poder, no queríamos ni mirarnos, y para mantener mi cabeza en otro tema, me puse a leer el entorno.
El Fito, estaba levantando un alambrado nuevo y "en patas", parado en el barro, charlaba con nosotros de camisetita y jean recortado a la rodilla, como si estuvieramos en verano.